Si Pablo Iglesias ha terminado en un bar ¿Dónde acabará la Yoli?
La democracia y el Régimen corrupto del 78 se han convertido en un chiste o broma de mal gusto. De esas tonterías donde el chiste se cuenta solo, sin necesidad ni de contarlo ni de explicarlo, aunque no se explique no tiene gracia.
Pablo Iglesias abre un bar en Lavapiés
Un señor que en una nación medianamente decente no sería ni el niño de los recados ni el chico de los perritos calientes -porque no llegaría ni a eso- dice que abre un bar. Este caballero responde al nombre de Pablo Iglesia y llegó a ser el Vicepresidente del Gobierno de España -no es broma- para que veamos el nivel político de España. Mejor dicho -el nivel de los votantes- ya que los políticos son un reflejo de la sociedad decadente.
Este hombre -según se rumorea- que no ha trabajado en la vida y que no ha servido una cerveza ni sabe cómo funciona la máquina de café, se pone a jugar a los camareros. Y abre un establecimiento -Bar Garibaldi en Lavapiés- con el único objetivo de utilizarlo de sede para celebrar sus aquelarres. Lugar de encuentro de amigos para llevarlos allí e invitarlos a unas cervezas pagadas con el sueldo vitalicio del capitalismo que tanto dice no gustarle. Con el objetivo de seguir viviendo del cuento comunista del Paraíso en la tierra pagado con el dinero de los trabajadores.
Ya ha recibido el primer susto de los anarquistas
El ahora empresario -por lo tanto, más socialdemócrata, de la misma forma que cuando un comunista cobra una herencia- llamado Pablo Iglesias ya ha recibido el primer susto en su bar antes de la propia inauguración. “Exvicepresidente: exigimos la retirada inmediata del cóctel Durruti o el proletariado anarquista pasará a la acción – lxs amigxs de Durruti”, han pintado un grupo al parecer anarquista en la fachada del bar. Además puedes ver la información –Pablo Iglesias e Irene Montero y la raya de cocaína-.
Esta gente ya no sabe cómo darse publicidad y es posible que haya sido hasta ellos mismos -con Pablo Iglesias a la cabeza- que se haya pintado así mismo para dar más publicidad gratuita de su bar. En España en estos momentos de la historia toda idea por ridícula que parezca es posible, viable y probable.
Si Pablo Iglesias ha terminado en un bar ¿Dónde acabará la Yoli?
Lo que mis lectores se han preguntado en las principales redes sociales es que “Si Pablo Iglesias ha terminado en un bar ¿Dónde acabará la Yoli?”. La verdad es que el futuro no podemos saberlo. Pero es muy probable que acabe en otro establecimiento en una calle elegante de la ciudad de Madrid. Ya sabemos que a los comunistas -de país capitalista- les gusta mucho el lujo y el alto standing sobre todo si lo pagan otros.